La culpa es del guisante

¿Recuerdan el cuento de La princesa y el guisante? Para casar al príncipe, debían encontrar a una verdadera princesa a la que hicieron pasar una prueba sin ella saberlo: colocaron un guisante debajo de una decena de colchones. Al día siguiente, la candidata contó que no había descansado nada porque notaba algo molesto bajo el colchón. Ella era la nuera perfecta: delicada y de piel fina hasta para notar un mísero guisante a bastante distancia de su trasero.

Vivimos rodeados de princesas de piel fina que denuncian pequeñeces. La última, que Disney haya señalado tres clásicos suyos por contenidos racistas. Pueden leer el asunto aquí: https://www.huffingtonpost.es/entry/disney-bloquea-por-racismo-dumbo-peter-pan-y-los-aristogatos-para-menores-de-7-anos_es_600ea626c5b6fe97669e0eaa

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Para no alargarme mucho, me centraré en una de mis películas favoritas: Peter Pan. Resulta que se ridiculiza a los nativos americanos -nativos de Nunca Jamás, como todo el mundo sabe- llamándolos ‘pieles rojas’. A qué está esperando la tropa de censores para eliminar por siempre todos los wéstern de extensas praderas, indios (perdón, nativos americanos) emplumados que no saben hablar inglés, oh my God, salvajes cortacabelleras que montan a caballo «a pelo» y tienen una endiablada puntería con el arco y las flechas. Qué imagen denigrante para esos antepasados venerables. Normal que el cine los retratara así, crueles y salvajes, para justificar de algún modo la masacre deliberada que llevaron a cabo los estadounidenses contra las tribus que obstaculizaban la expansión política y territorial. Si les gusta la historia, lean sobre ello porque hemos crecido engañados viendo pelis de John Wayne: https://www.abc.es/historia/abci-verdad-7-caballeria-jinetes-lideraron-genocidio-indio-eeuu-201908210124_noticia.html

Más allá de cuestiones raciales, facilitemos el trabajo a los ‘pieles finas’ y desmenucemos Peter Pan hasta dejarla como la bazofia infumable que quieren que sea. Qué dirían…

  • El Partido Pirata en defensa del Ron (PPR): la imagen que se da en Peter Pan de la piratería es falsa: se nos pinta como torpes, cobardes e inútiles, incapaces de pararles los pies a unos mocosos maleducados e insolentes. Pardiez.
  • Los Coleguis Animalistas en defensa de los Peluditos (CAP): el personaje de Nana, un perro san bernardo al que explotan laboralmente como niñera de tres hermanos, acaba expulsado de su hogar y durmiendo a la intemperie. Es intolerable.
  • La Asociación Brigitte Bardot contra las Pieles (ABB): esos pulgosos Niños Perdidos van ataviados con pieles de animales muertos. ¿Qué clase de mensaje estamos enviando a las nuevas generaciones: que pueden matar a su antojo para abrigarse?
  • Hadas en Lucha (HL): Nosotras tenemos voz, no como esa Campanilla ridícula y muda que suspira como una tonta por Peter, que no le hace ni caso hasta que Garfio la enjaula y él teme por su vida. La película no retrata bien a las hadas, no nos representa. Tonto Pan y tonta Wendy.
  • Sirenas Veganas (SSVV): Las sirenas salimos en la película como seres frívolos y holgazanes, sin objetivos en la vida, y no es así porque llevamos siglos denunciando la pesca indiscriminada y la contaminación de los mares.
  • Amigas de Irene Montero por la Igualdad (AIMI): El personaje de Wendy es un insulto a la inteligencia: una niñita remilgada cuya gran aspiración es ser madre para contarles cuentos a sus hijos, una tonta que bebe los vientos por un duende con mallas verdes al que aún no le ha salido pelo en el pecho. Wendy perpetúa los estereotipos de género porque sabe coser sombras, cantar, contar cuentos, no lleva pantalones, tiene el pelo largo y tirabuzones, y ha de cuidar de sus hermanos porque sus padres pasan del tema. Es un personaje desvalido y sin recursos que necesita en todo momento que la rescate una figura masculina.

Ahora en serio. Estamos llegando a un punto en que todo ofende y es censurable, cualquier cosa es susceptible de herir sentimientos. La corrección política lleva camino de ir acabando con películas, libros, series y canciones. Los personajes malvados, ¿alguien sabe qué tipo de actores o actrices deberán interpretarlos? Si son mujeres, será machismo. Si no son blancos caucásicos, será racismo. Si hablan otro idioma, será xenofobia. Si son bajitos, o gordos, o calvos, o miopes, será discriminación. Cualquier manifestación cultural que hable de hechos pasados será censurable a ojos de la corrección política: los mencionados western, el conocido caso de Lo que el viento se llevó y HBO, las pelis de nazis, todos los cuentos clásicos, cualquier historia en la que la mujer no aparezca empoderada, líder y resolutiva, sino sumisa y unida a un hombre que se lleva el protagonismo.

Disney tiene trabajo si quiere limpiar su imagen, porque la mayoría de sus películas, al menos las antiguas, retrata a princesas enamoradas a primera vista de un hombre que acaba rescatándolas con un beso de amor o luchando contra dragones. Hay que esperar a Mérida, Vaiana, Elsa y Anna para descubrir mujeres jóvenes tenaces, luchadoras e independientes. Es la simple evolución de los tiempos, lo cual no significa que haya que cargarse lo del pasado.

Se trata de ignorar el guisante y disfrutar del sueño reparador.

Atención: machismo

Empecemos por fijarnos en esta señal de tráfico.

Dejando de lado su significado como señal de tráfico (y pasando por alto que a «atención» le han robado la tilde), analicemos la imagen que encierra el triángulo, como si no tuviéramos idea de qué indica esta señal. Vemos dos personas corriendo, pero no están haciendo deporte, no. Parece que corren porque llegan tarde a algún sitio. Que vayan corriendo y no andando tranquilamente es significativo: llama nuestra atención porque pueden aparecer de improviso personas cruzando la calle y no darnos tiempo a frenar, de ahí la intención de advertir de peligro. Por el rótulo sabemos a dónde van, y deducimos entonces que son dos chiquillos. En los tiempos que vivimos pudiera ser que, en lugar de ir «a», estuvieran huyendo «de» (por mucho que Celaá insista en que el colegio es seguro). La figura de la derecha representa a una niña, se entiende por el pelo recogido (no se ofenda, señor Vicepresidente Segundo). Parece que van de la mano, y ambos llevan en sendas extremidades la cartera escolar (utensilio, por lo demás, desfasado hoy en día y reemplazado por las mochilas, lleven o no ruedas). La primera figura podría ser un varón adulto (no lleva pelo largo), pero independientemente de su edad, estaremos de acuerdo en que no es una hembra. Es la eterna controversia que ya surgió en su día con los muñequitos de los semáforos y la conveniencia de que apareciera la mujer representada, eso sí, cual muñequito con faldas (pueden leer a este respecto mi entrada en este blog Perdona nuestras ofensas, publicada en diciembre de 2018). Damos por hecho, pues, que, llevando faldita y pelo largo, es una niña (y que me perdonen por ser tan básica y tragar con tan machista estereotipo; prometo teñir toda mi ropa de morado feminista como compensación. No, ni de coña). El mismo dibujo podría haber situado a la niña delante, y entonces esta hubiese sido la de más estatura, pues se entiende también, viendo el dibujo, que el que va delante es mayor y cuida de la que se supone que es más joven. Si la persona más alta hubiese sido hembra, podría haberse interpretado que se trataba de la madre del niño. Y ahí, amigos, hubiéramos topado con los ofendiditos de turno, porque habría sido intolerable que en esa supuesta representación apareciese una madre y no un padre, como perpetuación de los roles de género y bla, bla, bla.

Al grano: lean la noticia siguiente y entenderán mi perorata https://www.infolibre.es/noticias/politica/2020/09/08/la_fiscalia_rechaza_senales_trafico_machistas_mujer_aparece_una_situacion_dependencia_subordinacion_110744_1012.html

De verdad, empiezo a creer que me falta un hervor o no sé ver las cosas que otros ven ni sé ver las cosas que logran ofender e incluso poner en pie nada menos que a la Fiscalía General del Estado. No he sido dotada con tamaña sensibilidad ni con el poder de inferir a partir de elementos cotidianos semejantes dislates que atentan contra las mujeres.

Ahora en serio. ¿Qué tienen de malo cuidar a alguien o estar al cuidado de alguien? En el caso de la señal que he analizado, si hay quien interpreta que la niña está en posición subordinada o de desventaja por ser precisamente una niña, el sexo mal llamado débil, es que no abre más los ojos para ver que es menor que la otra figura, y que por eso es la figura vulnerable (que no débil ni inferior). Porque dejarse cuidar no es malo. Curiosamente, somos las mujeres quienes más nos ocupamos de cuidar de los demás, fundamentalmente de los hijos, pero también de los ancianos y personas dependientes. Y hacerlo no es denigrante, ni nos coloca en inferioridad respecto de nadie; es más, es gratificante en la mayoría de los casos, y causa envidia en muchos padres varones que pasan demasiadas horas en el trabajo y no ven a sus hijos todo lo que quisieran. Si en esta señal es el niño mayor quien cuida de su hermana pequeña, yo solo sé ver ahí afecto y preocupación por llegar ambos a tiempo a clase, o por que a la niña no le atropelle un coche (y por eso cruzan cogidos de la mano). Y si en el dibujo hubieran aparecido dos figuras iguales, ambas masculinas, también se hubieran quejado porque no hubieran aparecido representadas las mujeres. El caso es buscar indicios, significados latentes, ofensas escondidas que justifiquen el ingente gasto público en asociacionismo feminoide. Imagino a un plantel de trabajadores a la busca y captura diaria de carteles, anuncios publicitarios, titulares, eslóganes, etc. que atenten contra las mujeres. Para que los fiscales no se aburran, que deben de tener muy poco trabajo.

Por último, que no se nos olvide la verdadera finalidad de esta señal de tráfico en concreto: que cualquiera, sea cual sea su procedencia, su instrucción o su idioma, comprenda el mensaje de peligro y lo que el dibujo representa. Si han jugado al Pictionary alguna vez, entenderán lo complicado de dibujar una idea, un concepto, y que lo entienda todo el mundo. Si el dibujito de marras es machista, les pueden dar por donde yo me sé a los ofendiditos mientras se entienda el mensaje. Que está claro que se entiende. ¿Entendido?

Siento un hormigueo

Microrrelato presentado al Certamen 4º peldaño Escalera de San Fermín (blogsanfermin.com)

“¿Por dónde vamos ahora?” Habían dejado atrás una pronunciada cuesta, y el camino torcía ligeramente a la izquierda hacia una plaza desierta, tan desierta como todo lo recorrido desde que partieron. El silencio era avasallador; la reina tenía razón y la suya había sido una gran idea: aquella era la mejor época para hacer esa excursión. Llevaban años planeándola, fue siempre su ilusión, pero los riesgos eran grandes. No podían exponerse a perder efectivos, ya que siempre había sido una zona muy concurrida. Hacerlo de noche tampoco era una opción. Así que ahí estaban, cumpliendo un sueño, y juntas como la gran familia que eran. En cabeza, la reina las guiaba. Ni siquiera ella sabía por qué, de repente, ningún zapato amenazaba con acabar con la colonia. Era como si los humanos hubieran caído en un sueño eterno como el de la princesa del cuento.

“Ya estamos en la curva de Mercaderes”, anunció la reina. Las hormigas sonrieron y gritaron al unísono: ¡Ya falta menos!

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Croqueta de mi amor

(No se me tenga en cuenta el nivel de locura, es por el confinamiento. No se me tenga en cuenta tampoco el plagio a Espronceda en el verso 10. No creo que se levante de la tumba, aunque todo puede ser…)

 

De huevo, pollo o jamón,

y crujiente rebozado,

tu interior bien amasado

me ha ganado el corazón.

 

Manjar eres de los pobres;

de las sobras, solución.

Chiquitilla o croquetón,

tapa reina en los fogones.

 

Te adoran los paladares

del uno al otro confín

cuando en la barra por fin

te reponen en los bares.

 

Las mejores, las caseras,

de jugosa bechamel,

las preparan a granel

nuestras queridas abuelas.

Sube el volumen

Iba en coche esta mañana oyendo Cadena 100, y sus presentadores, Javi Nieves y Mar Amate, han anunciado nueva sección en el programa: «canciones de subidón». Los oyentes van a poder pedir para que suenen en la radio esas canciones que les provocan buenas «vibras» (como dicen ahora). Javi Nieves ha roto el hielo pinchando esta: The Communards: Don’t Leave Me This Way

Definición de canción que da subidón (perdón por la repetición-ción-ción). Es personal: canción que normalmente escuchamos subiendo el volumen, tarareándola casi entera, bailándola (o como mínimo acompañándola con movimientos de cabeza), y a veces imitando los gestos del cantante original como si estuviéramos en un concierto. Les voy a dejar mi lista de canciones, pueden ponerla en su Spotify (yo no tengo, aún; soy del siglo pasado, pero sí que tengo un USB con música seleccionada). No siguen un orden especial. Solo puedo decir que todas ellas cumplen para mí los requisitos citados.

Un estudio científico la coronó como la canción más efectiva del mundo para hacerte sentir bien Don’t Stop Me Now de Queen es la canción más edificante del mundo. Ciertamente es una maravilla, es imposible no saltar de la cama por mucho sueño que tengamos por la mañana si está sonando esto: Queen: Don’t Stop Me Now

Más clásicos guitarreros. Los dos son rubios y con pelazo: Joey Tempest y Jon Bon Jovi. Imprescindible mover el cuello de atrás hacia delante, agitar la melena si se tiene y poner la manita con los dedos pulgar, índice y meñique en alto. Está permitido desgañitarse en la parte del oh-oh: Bon Jovi: Living On A PrayerEurope: The Final Countdown

Hagamos un salto al blanco y negro con esta maravilla versionada infinitas veces. La mímica aquí obliga a tocar un piano invisible con mucha vehemencia: Jerry Lee Lewis: Great Balls Of Fire . Y sin quitarnos el tupé, bailemos encima del coche al ritmo de John Travolta (magnífica toda la banda sonora de la película): Greased Lightning

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El estribillo de este tipo de canciones tiene que pegarse como el Loctite, y la sencillez ha de ser su característica imprescindible. ¿Qué hay más sencillo que un na-na-na-na? Escuchen e intenten estarse quietos con esto: Wilson Pickett: Land Of 1000 Dances

Tampoco podían estarse quietos en esta escena impagable de la película Intocable (si no la han visto, ¿qué están haciendo? ¡corran!). Earth, Wind & Fire tienen temazos a patadas, como este Boogie Wonderland Intocable (2012): Lección de música y baile de Driss

Los últimos dos temas los interpretaban músicos negros (de color, afroamericanos, como prefieran). No puedo evitar acordarme del también estadounidense y afroamericano Alfonso Ribeiro, actor que encarnó a Carlton Banks en la exitosa serie El príncipe de Bel Air. No por cantar, sino por bailar al ritmo de Tom Jones será recordado por los siglos de los siglos: It’s Not Unusual (Carlton Banks’ dance) Da subidón, ¿a que sí?

Melanie B, rizos al viento, da comienzo con gran fuerza a un temazo que empieza con el estribillo en lugar de con una estrofa como suele ser habitual. Parece mentira que hayan pasado ¡veinticuatro años! desde que estas chicas pusieron al planeta patas arriba: Spice Girls: Wannabe

Sigamos con chicas con «power». Extravagante era un rato, pero la tía ha vendido en su carrera más de 80 millones de discos. Tiene canciones conocidísimas e icónicas como ella, pero me quedo con esta, cuyo videoclip, además, es muy divertido: Cindy Lauper: Girls Just Want To Have Fun

Otra mujer extravagante, pero culta, diva e hispanohablante. Lo siento, hoy me ha dado por las rimas internas. Alaska tiene tantas canciones subidoneras que es difícil quedarse con una, pero elijo A Quién Le Importa. Y esta otra gran mujer tiene tantas operaciones que es difícil también quedarse con una. De sus canciones me encanta esta Cher: Strong Enough. Cómo olvidarnos en este punto de Gloria Gaynor y el himno en que se ha convertido I Will Survive

Podría hacer una lista muy larga, pero voy a terminar aquí con tres bandas de nuestro país. Las dos primeras creo haber leído que se admiran mutuamente, y han tenido locas a las fans en distintas épocas. No hay mujeres (lo siento, Irene Montero), pero ni falta que les hace. A mí estas dos canciones me ponen muy loca, con ganas de ir a un concierto, saltar, bailar y lo que haga falta: Hombres G: Voy A Pasármelo BienEl Canto Del Loco: Zapatillas

Y como zapatillas rima con esta última canción, cerramos la lista patria comiéndonos unas natillas: Seguridad Social: Chiquilla

PD. Repito que esta selección es personal. Hay incontables canciones imprescindibles para el buen rollo, podríamos alargar esto y no acabar. Espero que alguna les haya traído buenos recuerdos. Y acabo con una reflexión viejuna: ya no se hacen canciones como las de antes.

 

 

 

 

Yo procrastino, ¿tú?

La Fundación del Español Urgente (Fundéu) elige al término de cada año la palabra del ídem. Este 2019 la agraciada -sin ser una palabra- ha sido ‘emoji’ Los ‘emojis’, elegidos como la palabra del año 2019 por la Fundéu BBVA

Yo no soy la Fundéu pero les voy a regalar no una palabra del año. Ni siquiera la palabra de la década -década que, por otra parte, aún no ha terminado, no se me pongan impacientes. Eso ocurrirá dentro de poco más de un año. ¿Cuándo acaba realmente esta década? No, yo voy más allá. Les voy a dar gratis LA PALABRA DE LA VIDA. Con mayúsculas, y esa no es otra que un latinajo cuyo significado es ‘diferir, aplazar’: procrastinar (del latín procrastinare).

No sé ustedes, pero yo me pego la existencia procrastinando. En Pamplona, además, somos expertos en la materia en dos momentos del año: los días previos a San Fermín y los previos a Nochevieja. Tenemos al 6 de julio acechando con sus txistus y tamboriles, nos probamos la ropa blanca del año anterior, y ¡oh, sorpresa! ¡No entro! Estos duendes del armario que me encogen la ropa… ¡malandrines! Corriendo a la tienda más cercana, a ver qué queda. Pillaremos un par de pantalones de urgencia y tira millas.

Hoy, 31 de diciembre, cientos de jóvenes y no tan jóvenes improvisan en Pamplona a pocas horas de las campanadas un disfraz apañadico para salir a la calle a darlo todo después de las uvas. Los hay aplicados que, mes y medio antes, quedan con la cuadrilla, consensuan de qué van a disfrazarse en fin de año, compran el material, recortan, cosen, ultiman, detallan. Y son los reyes de la noche, los que saldrán en la galería de fotos del periódico el 2 de enero (porque el 1 no hay prensa), los que suscitarán sonrisas, aplausos y exclamaciones de admiración por las calles del casco viejo pamplonés.

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Están los que, dos días antes, se lanzan a la compra acelerada de cualquier accesorio que dé a entender que hay ahí un atisbo de disfraz. Siempre queda el recurso de reciclar el disfraz del año anterior o el de Halloween si se celebró tal importado festejo. Quienes estén atónitos pensando si en Pamplona celebramos el carnaval dos veces al año, deben saber que desde hace bastantes años es tradición salir disfrazado a llenar los bares y vaciar los cubatas. Tarea harto complicada cuando queremos lograr la ideal combinación de: disfraz original, disfraz cómodo de llevar y disfraz abrigado. No sé cuándo nos dio aquí por adelantar el carnaval al 1 de enero. Lo qué sí sé es que, cuando yo empezaba a salir con las amigas después de las campanadas, ya todo el mundo se disfrazaba. Y de eso hace más de veinte años, así que es muy probable que la cosa comenzara mucho antes. Un cotilleo: fue en el año nuevo 2003 cuando conocí al que hoy es mi marido. Nuestros disfraces eran una bazofia, pero aquí seguimos, oigan.

De cotillón, de cena de gala, en bata y zapatillas, trabajando en urgencias o en hostelería, o disfrazados de sudoku, capitán Garfio, monja, gigante Josemiguelerico, Caravinagre, Pablo Iglesias o Peppa Pig, tengan todos una feliz entrada en el año 2020.

Gracias por haber estado ahí este año leyendo este humilde blog. Espero que sigan haciéndolo el año que viene, prometo intentar no defraudar.

Y media hora para comer (10N)

La vida es acumular experiencias, y el domingo sumé una a mi mochila particular: ser vocal en una mesa electoral. Qué ilusión hace, madre mía, levantarse un domingo a las siete y cuarto, mirar por la ventana cómo diluvia (aguanieve llegó a caer incluso) y ver en la predicción que va a estar así todo el día y no va a pasar de 8 grados la temperatura máxima. La frase más escuchada este domingo electoral por los que estábamos de vocales o presidentes fue: ¡Y lo bien que estáis aquí, calenticos! Total, con el día que está…

Pues allí que me fui, con mi cojín, mi termo de leche caliente, mi botella de agua, unos caramelos para la garganta, mucho sueño y una buena dosis de paciencia ante las, como mínimo, catorce o quince horas que me iba a pegar detrás de dos urnas. Tuve la suerte de que me tocaran de compañeros de mesa dos chicos muy simpáticos y habladores. Así acabó mi garganta, tocada y hundida. No se me hizo excesivamente largo el día gracias, en parte, a las conversaciones y a que el goteo de electores fue constante sin llegar a aglomeraciones en ningún momento. Que estuvimos entretenidos, vamos.

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A la sombra, mejor

Me van a matar los que viven en otras latitudes, sin ir más lejos mis amigos de Zaragoza o mi prima de Málaga. Lo digo por mi asumida baja tolerancia al calor, la canícula, el bochorno, el sofoco. Por aquí en el norte todavía no ha apretado mucho la cosa, hay que decir. Pero es que las redes sociales ya están llenas de gente topeguay dando la bienvenida al veranito posando en la piscina, la playa o la terraza de su casa. Pero nadie habla de lo chungo del verano, así que me pongo el disfraz de enanito Gruñón de Blancanieves y disparo:

Da igual las veces que nos duchemos, que estaremos todo el día sudando. El bolso lo tendremos lleno de enseres tales como botella de agua, crema solar, gafas de sol, gorra o sombrero, abanico o tiritas. Estas últimas son indispensables para minimizar las rozaduras provocadas por ese calzado tan mono y fresquito que nos hemos comprado pero que, por efecto del sudor y el roce, nos deja en carne viva la parte de atrás del tobillo. Vivimos en continua dependencia del ventilador o el aire acondicionado, y nos agarramos unos buenos catarros con los cambios bruscos de temperatura. Tratamos a duras penas de conciliar el sueño en eternas noches a 30 grados, abriendo las ventanas y dejando entrar a toda la fauna mosquitera en nuestra alcoba.

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Soportamos el olor a sobaquera en autobuses, metro, ascensores y demás lugares cerrados y de mucho trasiego. Visitamos a menudo el infierno mismo al montarnos en el coche que ha estado media hora aparcado al sol (no digamos ya si ha estado más tiempo). En el medievo no tenían coches, pero obligarle a alguien en una situación así a agarrar con fuerza un volante con las dos manos podría haber sido una magnífica tortura.

Los lugares turísticos están masificados. Los chiringuitos y terrazas inflan los precios. A diferencia del invierno, en verano vamos todos a parar a los mismos sitios, y así está todo, que no cabe un alfiler: piscinas abarrotadas, playas abarrotadas, embalses, ríos, pozas, choperas, robledales. No podemos ir al súper y hacer otra cosa a continuación sin haber llevado antes toda la compra a casa, dándonos prisa en meterla al frigorífico o al congelador. A los hijos no se les hace hora de irse a la cama porque aún es de día. Del mismo modo, no entienden un «no podemos ir al parque ahora porque es el mismo averno». Ah, y además no hay colegio en verano. Aaarg.

Quienes somos blancos y pecosos temblamos de terror si se nos ha olvidado echarnos protección, ya que unas horas después tendremos quemaduras de segundo grado donde no nos cubre la ropa. Como ahora tenemos la predicción del tiempo en el móvil y la sabemos constantemente, vamos con el chip «hace calor», «va a hacer calor», «voy a morir de calor» incrustado en el cerebro desde que salimos de casa. Lo malo del calor es que, por mucho que nos quitemos ropa o nos abaniquemos, seguiremos teniendo calor. El frío es una delicia: tengo frío, me tapo, me pongo cien forros, echo una carrerita, y listo.

Resulta que han descubierto unos científicos españoles dos exoplanetas con buenas condiciones para albergar vida y muy parecidos a la Tierra. Descubren dos planetas similares a la Tierra con opciones de albergar vida Los han llamado Teegarden b y Teegarden c. Orbitan alrededor de una estrella enana roja cuya temperatura, al parecer, es la mitad de la de nuestro Sol. No sé ustedes, pero yo voy a ir ahorrando para una futura mudanza, que ahí se tiene que estar mucho más fresco, y además tienen nombre de zona residencial molona: Teegarden. Suena bien, ¿no?

Tengo afasia de género, criaturas

Llevo un rato con sudores fríos pensando en mi afasia de género. Es una dolencia nueva que me empieza a aquejar y que creo (no creo, lo sé con seguridad) no superaré nunca a no ser que me trasplanten un cerebro nuevo. La afasia de género impide a quien la padece expresarse, tanto oralmente como por escrito, según los nuevos cánones de lenguaje inclusivo.

Javier Lambán obligará a sus funcionarios a decir «criatura» en lugar de niño o niña

Les invito a leer este documento, elaborado al parecer por un doctor en Lingüística, por mandato de quienes gobiernan en Aragón, los socialistas. ¿O socialistos? Por lo visto quieren que la administración pública aragonesa sea respetuosa en sus formularios, escritos, instancias, etc. y al dirigirse a los ciudadanos. Respetuosa en cuanto al género, que seguro que en lo demás ya eran muy, pero que muy, respetuosos.

Lenguaje inclusivo con perspectiva de género. Gobierno de Aragón

Son 65 páginas que darían para una réplica casi punto por punto. Reconozco que algunas recomendaciones tienen bastante sentido, y aquí me falta espacio para hablar de todas ellas y de las que no tienen sentido ninguno, en mi humilde opinión. Como no quiero aburrir, voy a centrarme en un par de cosillas bastante llamativas.

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Perdona nuestras ofensas

Prepárense para dos cosas: la primera, que vengo ofendida. Y la segunda, que esta entrada va a estar plagada de enlaces para que ustedes cliqueen a gusto y se entienda de qué hablo.

El acicate ha sido una persona con la que coincidí en la universidad y hace mucho que no veo en persona. Nos seguimos en Facebook y suele publicar reflexiones muy interesantes y con mucha guasa, como dicen en el sur. Transcribo parte de su última publicación:

<<Creo que ha llegado el momento de hacer oficial que los millennials ya han crecido y que el término que está despuntando para la generación actual es los «ofendiditos». Espero que alguien escriba un libro o empiece un blog sobre este tema, que da para mucho. Se puede empezar hablando del emoji ensalada al que hubo que quitar el huevo para no ofender a los veganos (…) y seguir directamente con el tema de los refranes que hay que eliminar por ofensas a animales (…). Nos estamos ofendiendo «por encima de nuestras posibilidades».>>

Recojo el guante, y empiezo diciendo que no doy crédito, ya que ni me había enterado de lo del emoji y los refranes. Aquí les dejo sendos enlaces para que se ilustren como he hecho yo: Google elimina el huevo de su emoji de ensalada para contentar a los veganos

PETA exige modificar los refranes «ofensivos» referidos a los animales porque «vulneran sus derechos»

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