Madre mía (nunca mejor dicho), ¡la que se ha liado por un anuncio publicitario! El del Día de la Madre de El Corte Inglés, ese del que todo el mundo habla, excepto la gente como mi padre, que no hace ni caso de los anuncios porque le sobran todos y le cortan las películas y los programas que está viendo. Si no saben de qué hablo, vean:
Anuncio Día de la madre El Corte Inglés / Cartel Día de la madre El Corte Inglés
En principio, el cartel es lo que más está escociendo en el sector femenino, y con razón, he de decir. Para los publicistas que han pergeñado la campaña -y cuando digo los publicistas no estoy asumiendo que sean hombres-, las madres somos 97% entregadas, 3% egoístas y 0% quejas. Pues miren, no. En Narnia, a lo mejor, pero en el mundo real tenemos días malos, semanas malas e incluso trienios atroces. Como cualquier mortal. Si nos fijamos en el anuncio televisivo, la cosa cambia algo, porque se hace un intento de ensalzar el papel de las madres con algún pobre dato estadístico, imágenes de madres que trabajan fuera de casa y que también quedan con las amigas o salen a correr (no pienso decir running) y alguna hipérbole como la de que le sacamos 48 horas a la jornada. Un poco magas somos, sí, porque nos empeñamos en llegar a todo. Pero si no llegamos, que es lo normal, no pasa nada. Repetid conmigo, hermanas: ¡no pasa nada!